domingo, 2 de octubre de 2011

Edición n° 15 - Octubre 2011



EditorialDía de la madre - página 3

Por Jorge Ezequiel Rodríguez


Escribir sobre el día de la madre parecería sencillo en un comienzo, pero dadas las circunstancias de tantos sentimientos generados, de tantas mixturas de sensaciones vinculadas desde el amor maternal hasta el dolor de una pérdida, producen una variable a la hora de elegir de qué manera encarar dicho tema. Por lo tanto sólo podemos decir que más allá de que el día esté ligado, como muchos otros,  a este sistema consumista, donde prevalece lo material por sobre lo espiritual o sentimental, es un día que a pesar de ser uno más vale para reafirmar esos sentimientos y, por qué no, decirlos. Expulsarlos para que esa madre, más allá de dónde se encuentre, pueda recibir aunque sea una palabra que simplifique lo que uno siente. Es real que somos seres que carecemos de demostraciones reales y tal vez esa demostración prevalece en momentos difíciles donde debajo del pozo abrimos el alma. En consecuencia, vale reflexionar sobre esto y no esperar que el dolor, que la nostalgia, que la melancolía extrema nos lleve a lucir nuestros sentimientos, sino que cada uno pueda decirlos sin sentir pudor, ya que ese sentir nos hace enteramente puros.
En este día tan especial, “Con letras se vive” les envía un beso enorme a todas las madres, a las que están y las que no. A las que pueden recibir un beso de sus hijos, un abrazo, una caricia, una palabra, y a las que mediante un recuerdo hermoso, mediante una foto o simplemente la reproducción majestuosa de la mente,  se las recuerde para que sientan que su condición, de ser “MADRES”, las ha hecho únicas.
Un beso a la distancia para aquellas que luchan día a día por sus causas, por sus asuntos, que pelean como nadie y brindan su vida por los hijos, tanto propios como adoptivos. Para aquellas madres jóvenes que encaran la vida como un gran ejemplo, y decirles que esa lucha, que ese sacrificio, tendrá una recompensa mayor. Para todas esas mujeres, para las que esperan ser madres, para las que luchan por serlo. Para todas aquellas que enaltecen esa condición. Para todas… “FELIZ DÍA MAMÁ”




Primer Encuentro Cultural y Literario "Con letras se vive" - página 4 y 5


El pasado viernes 23 de septiembre nos hemos reunido en la Biblioteca Municipal de Morón, en el marco del Primer Encuentro de la revista,  planteado como un Café Literario. Allí, en medio de tantos libros, del olor a las letras, de tantas personas, armando un ambiente propicio para dicho encuentro, comenzamos a presentar esta revista cultural planteando diferentes cuestiones: el comienzo, la idea, el hilo conductor, las variables establecidas, quienes trabajan en ella, los proyectos a futuro, la relación con las diferentes secciones, como en especial la de “Reflexión”, “Solidaridad” e “Historia”, el por qué de la temática, etc.  
Este encuentro se pensó como para festejar, de alguna forma, el primer aniversario de la revista (cumplido en el mes de julio), con el motivo de que todos, los que de una u otra manera formamos la revista; director, colaboradores, columnistas, autores locales, lectores y auspiciantes, nos podamos ver las caras, conocernos y poder ir generando cierto vínculo, poder generar un círculo que siempre estará abierto. Mostrar qué hay detrás de este proyecto e invitar a todos aquellos que lo deseen a ingresar en este placentero camino llamado “Con letras se vive”.
El encuentro comenzó con la presentación a cargo de Jorge Ezequiel Rodríguez (director) y Pablo Bianchi (Colaborador y columnista de la sección “Historia”), luego Fernando Paz generó movimientos de cabezas y palmas, con algunos temas de folklore; reconocidos y propios. Sentado en una silla, solo con una guitarra y su voz.
 Enseguida tuvo lugar la señora Aida Flores, coordinadora de la Sociedad de Fomento “Santa Laura”, quien nos contó de su labor solidaria en dicha institución, formando parte esta invitación de la sección “Solidaridad”. Ni bien Aida finalizó se abrió la Mesa de Lectura, en donde varios autores locales expusieron sus textos, pasando de la narrativa a la poesía, con diferentes estilos y muy buena calidad de trabajo. 
Al final, luego de que se cerrara el Encuentro con palabras de los organizadores y de la gente del público, que estuvo muy participativa, y de que Fernando cierre con tres hermosos temas, se los invitó a los presentes a pasar al salón de al lado, en donde mediante una mesa con algunas cosas para comer junto a bebidas y al café infaltable (Café Literario), pudimos conocernos entre todos y lograr esa primera idea del Encuentro, que todos puedan relacionarse y de a poco, a lo largo de los futuros encuentros, generar que ese vínculo se mantenga firme.
Sin lugar a dudas las expectativas fueron superadas notablemente, logrando el orgullo de quienes trabajamos con total esfuerzo para que esta revista pueda seguir caminando libremente y en papel,  al poder reunir en base a la misma a tanta gente comprometida con la cultura. Esa muestra, ver caras que ya no son desconocidas, ver sonrisas, ver participación y verlos allí sentados junto a nosotros, nos ha generado una satisfacción enorme, y nos brinda más fuerzas para que sigamos caminando, leyendo y escribiendo para que “Con letras se vive” siga dando los primeros de sus tantos pasos.
Les agradecemos a todos por habernos acompañado en este Primer Encuentro, a los que han traído algo para donar (que ya hemos llevado a una institución), y decirles que pronto se volverá a repetir. La idea es que esto se realice cada 3 o 4 meses y lograr que todos, los que intentamos brindarle a la cultura el lugar que le corresponde, compartamos un momento ameno en el que salgamos con una sonrisa, sabiendo que con mucho esfuerzo, mucha dedicación se pueden realizar cosas muy interesantes, y mostrar que no todo en la vida se realiza en base al dinero. Esta revista y este encuentro es la demostración modesta de que las ideas y los sentimientos movilizan mucho más que la banalidad de lo material.
Les agradecemos a Cultura del Municipio de Morón por darnos el espacio de la Biblioteca Municipal para la organización del Encuentro.
Muchas gracias a todos y los esperamos en la próxima.




página 7




Espacio al lector y al escritor

Podrán ver los textos ni bien esté terminada la página web de la revista. Muy pronto





Nota de tapa - ¿Quién dijo que se ha ido? - página 12, 13 y 14


Pareciera que la muerte lo que realiza en esa contundente realidad es generar un punto y aparte, que no siempre se convierte en un punto final. A veces sorprende con la nostalgia, con los recuerdos, con grandes sentimientos de amor, y algunas veces, como en este caso, abre un nuevo comienzo. Es real que allí no hubo muerte sino asesinato, y eso cambia el abanico de cualquier historia, ya que con el intento de lograr el objetivo de callar, matando, valga la redundancia, al hombre, al líder de una revolución, de un pensamiento que trasciende fronteras, creen que se matan las ideas; un ignorante error (lo mismo hemos dicho en la nota referida al asesinato de Federico García Lorca, en la Edición n° 13).
Si alguien es capaz de decir que el asesinato a Ernesto Guevara, a ese hombre íntegro y digno, aquel 9 de octubre de 1967, no ha marcado un punto y aparte en la historia; está mintiendo. Tanto aquellos que lo admiran y  que lo sienten como un gran referente,  aquellos que lo aman, como los que lo odian, y hasta los que lo hacen caer, entre medio de esos sentimientos, en un lugar común, donde su imagen es utilizada con fines distintos y hasta contradictorios entre sí; en voz de tanta mentira e hipocresía que hasta el mismo Ernesto, desde el lugar en donde esté, escribiría algún poema en contra de esa imagen. Esos lugares comunes, en donde lamentable y, pensando de manera más abierta, inevitablemente ha caído este gran idealista son los que distraen a su verdadera historia, son los que empañan la realidad de su pensar, y logran que pocos conozcan sus escritos, sus pensamientos, sus textos filosóficos, sus poemas y aquellos ideales que nos ha dejado en una huella imborrable. Es aquí en donde quizás algunos sólo piensen que fue un guerrillero que peleó por la libertad cubana, otros dirán que fue un asesino (del mismo modo en que se lo cataloga así, podrían decir lo mismo de San Martín, Belgrano, Güemes, etc.), pero para nosotros, para mí en este caso, ha sido el hombre que nos enseñó que mediante las ideas defendidas con la pura convicción, pluralismo del pensar, ver al otro más que a uno mismo, ver la realidad tras la realidad, y el luchar ofreciendo su propio pellejo por la verdad en la que creía, arriesgando día a día su vida, sabiendo que el morir sería un elemento más de esa lucha; aquello que llaman utopía no sólo se puede ver sino también tocar y hasta ser capaces de cambiarle el nombre.
Este romántico, escondido poeta y gran lector debajo del uniforme de guerrilla, no se ha ido ni se irá, y solo, con el modesto gesto de brindar su vida por una causa, por una idea firme, por los más necesitados, por los pueblos oprimidos, por un mundo mejor, por la dignidad de los hombres y por sus derechos, por una sociedad más justa, por un mundo sin la mentira, sin tanto dolor y sufrimiento; ha mostrado, entre tantas otras cosas, que la partida de su cuerpo fue el inicio de otra Revolución, que a pesar de que muchos sonrían irónicamente, algún día llegará, si es que hoy ya no está instalada en muchos de nuestros interiores: La Revolución social y cultural, haciendo valer en el interior de cada uno de nosotros, y a partir de allí a la demostración masiva, el más claro y verdadero concepto puro del Ser revolucionario. 
Por lo tanto es muy difícil pensar que Ernesto se ha ido, y hasta tomo el desafío de decir que no, que jamás se irá y que sólo nosotros, cada uno de nosotros, sabrá decir en qué momento aparece y en cual no, en qué momento su imagen nos inspira, en qué momento nos hace defender causas, nos hace no mirar para otro lado, y saber que todo en la vida se puede lograr. Como dije antes, desafiando a la palabra “utopía” en donde la Revolución Cubana ha mostrado con dos ejemplos claros que nada es un imposible y que todo, en voz de la dignidad de los hombres, se puede realizar: La reforma agraria y la Cuba libre de analfabetismo.
Pero a pesar de todas estas cuestiones al hablar del Che no se puede dejar de tocar un tema que no muchos conocen a fondo: el Che lector y escritor; el Che poeta. Ernesto ha sido desde niño un gran lector y su amor por la literatura no se le ha escapado ni en los peores días de combate. Es allí donde en esa cartera compañera de tantos enfrentamientos, mantenía libros y en los ratos de descanso leía; existen fotos que documentan esa faceta y escritos en sus diarios que demuestran la cantidad y calidad de autores leídos y por leer (ejemplo de los autores más reconocidos: Pablo Neruda, Goethe,  Rubén Darío, José Martí, Cervantes, Julio Verne, Carlos Marx, Nietzsche, Faulkner, Lorca, F. Dostoyevsky, Victor Hugo, Tolstoi, y otros tantos).  Este viajero del mundo, este profundizador del pensamiento social, ha dejado escritos más que notables como “El socialismo y el hombre en Cuba” (una carta enviada al director del semanario Marcha de Uruguay, publicada el 12 de marzo de 1965), “Notas de viajes” (Diarios de motocicleta), “La guerra de guerrillas”, “Diario del Che en Bolivia”, más algunos libros que recopilas ensayos, pensamientos filosóficos y políticos, y algunos poemas escritos por este gran pensador.
En base a todo esto, y sabiendo de ante mano que un homenaje a semejante HOMBRE necesitaría muchísimas páginas más, intento decir que nuestro querido comandante no se ha ido, y si alguno lo dice, si alguno lo afirma lo respeto, pero no lo creo. Hoy estoy más seguro que nunca que este médico asmático de familia de mucho dinero (abandonó todo para cumplir el sueño de viajar y allí es donde en medio de la vista de tanta miseria, desigualdad y opresión, su cuerpo sigue el camino de sus ideales) nos ha abierto las puertas de otra manera de pensar, haciéndonos caminar gastando las suelas del zapato y de la mente, jugando a que ese cansancio sea cómplice de la verdad y brinde más fuerzas para defender a todos aquellos a los que les han robado todo, hasta la vida. En medio de tanto sufrimiento, tanta tristeza, tanto dolor, tanta indiferencia y tanta mentira, en donde el capitalismo, el imperialismo como decía el comandante, deja las huellas más sangrientas que no se muestran, sin embargo a hombres como él se los ha catalogado como asesinos; qué paradoja, ¿no?; aparece Ernesto Guevara de la Serna para que respiremos aire y sintamos la fragancia de la verdad, de la justicia y la dignidad de los hombres. Para que nos demos cuenta de que la palabra “libertad” no tan simple como parece, y que seremos enteramente libres el día que podamos caminar de la mano con aquellos que sólo sobreviven sin vivir.
Ernesto no se ha ido. El Che está vivo, está aquí en cada lucha, en cada pensamiento fuera del individualismo. El Che vivirá siempre en cada vuelo de aire con aroma a revolución.

Jorge Ezequiel Rodríguez